viernes, 5 de diciembre de 2025

Comentarios de Notas del Destino

 «Notas del destino».

Melodía afinada para dos

Es esta una novela que, como reza en la sinopsis, te envuelve en un viaje de
autodescubrimiento y amor. La autora construye una narrativa emotiva que entrelaza el pasado y el presente, permitiéndote explorar temas universales como la importancia de
nuestras raíces y el amor. Sobre todo el amor.
Con un estilo fresco pero conmovedor, crea una atmósfera relajante, cómoda, que te envuelve y logra que conectes con Katia y su historia, sintiendo cada paso en este viaje de descubrimiento de sus raíces. Su apellido, Ivanov, despierta curiosidad en ella misma y en su entorno al trasladarse a vivir a Asturias. Junto a ella, conoceremos a sus amistades y a Leo, el más curioso por el origen de Katia. Ambos personajes están muy bien
desarrollados y conectas enseguida con ellos. La música es una protagonista más en esta novela, para los dos protagonistas es su pasión y profesión, pero les falta afinar una melodía común.




Una historia preciosa, conmovedora, llena de sentimientos. Con unan pareja deliciosa y una historia del pasado que se entremezcla con el presente.
Una mezcla de amor, música, memorias... La recomiendo cien por cien.
De las mejores novelas que he leído. Helena se supera en cada novela, y esta es simplemente maravillosa. Le doy 5 estrellas porque no puedo darle más.


Merece la pena adquirir este libro. La historia está muy bien contada, mezcla dos epocas: la presente con Katia y sus nuevas amistades y la antigua vivida por su abuela en Rusia. Muy bien documentada te invita a no dejar de leerla hasta finalizar el libro. Superecomendable




Llega al corazón. Escarba en los sentimientos y sentidos de las personas.
Tiene una historia secundaria, una gran historia que es un lujo, los niños que llevaron a Rusia y esos momentos leídos con Katia para descubrir las vidas, vivencias de su abuela son increíbles y se perciben escritas con una gran sensibilidad y cariño.
La historia de ellos surge como una melodía, poco a poco, con algún que otro traspiés para al final superar la envidia, que es el peor de los pecados.