Como podéis ver en el título de este blog, afirmo que está dedicado a la escritura y a la música, dos artes sublimes.
Aunque la mayor parte de mis entradas se refieren a mi relación con la escritura y a mi novela Secretos de Arena, hoy quiero hablaros de música, de MÚSICA con Mayúsculas, y esto es debido a que esta tarde he visto la maravillosa película titulada: “Copying Beethoven”, interpretada magistralmente por Ed Harris, que abarca los últimos años de la vida de este genio llamado Ludwig Van Beethoven. No sólo me ha gustado, me ha encantado y me ha impresionado.
Es una película sencilla pero que trata de temas como la inspiración, la sordera del músico, su genialidad, su talento, y lo más fascinante: que compusiera algunas de sus mejores obras estando completamente sordo.
Se me erizó el vello ante la interpretación de la Novena Sinfonía en su presentación ante la Sociedad de Viena, en el Teatro de la Corte Imperial abarrotado de celebridades, aristócratas, nobleza...: Unos quince minutos de magistral música. Beethoven dirige de espaldas al público, y no se da la vuelta ni aún finalizado el recital. Su sordera es total, no oye absolutamente nada de lo que ha creado. Cuando la sinfonía concluye, el teatro estalla en aplausos, y una solista ha de alzar el brazo del maestro y girarlo para que vea, entre lágrimas, como todo el público puesto en pie lo homenajea enardecido.
Y este músico se enfada con su Dios y le recrimina que no hay peor castigo para un músico y compositor, que estar
“Sordo”.
Tiene una relación ambigua con Dios porque en otro momento de la película afirma escuchar sonidos continuos en su cabeza “:
La música es el lenguaje de Dios. Los músicos estamos tan cerca de Dios como es capaz de estarlo un hombre. Oímos su voz. Eso es lo que somos los músicos. Y si no somos eso no somos nada”Impedientemente de las creencias de este genio de la Música, de su excentricidad, su malhumor, sus arrebatos, de sus enfermedades, su soledad y miseria... cabe preguntar ¿de dónde sale la música de Beethoven?.
Y al final de la película, ya muy enfermo en su cama, todavía compone escuchando los sonidos dentro de su cabeza, y dicta la música para que se copie en partituras, sin probar como suenan los violines, el piano, la viola, los coros…. Los sonidos estaban dentro de su mente. Una mente que tal vez como él llegó a afirmar estaba muy cerca de Dios.
Al que le guste la música que no se pierda esta película. Creo que se estrenó hace tres años. Una lástima que para algunos,en los que me incluyo, pasara desapercibida.
Podéis apreciar que he cambiado la música del Blog, he dejado a Albinoni y me he decantado por la Sonata "Claro de Luna" interpretada a piano. ¡¡ Sublime !!